El mandatario filipino ha señalado que no es ateo, pero que su dios
"tiene mucho sentido común" en comparación con el "estúpido" Dios de los obispos católicos.
El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, este miércoles ha vuelto
a arremeter contra los obispos católicos del país, afirmando que
deberían ser asesinados porque son inútiles.
"Estos obispos que ustedes tienen, mátenlos. Esos estúpidos no sirven para nada. No hacen más que criticar", cita
el portal Rapper las palabras del mandatario filipino, pronunciadas en
el palacio Malacañang en la ceremonia de entrega del Premio Presidencial
a los Municipios y Ciudades Amigos de la Infancia.El presidente filipino ya se pronunció contra la Iglesia católica a finales de noviembre, cuando sugirió que los filipinos deberían rezar en casa en vez de ir a misa, agregando que las enseñanzas de la Iglesia son actualmente "arcaicas".